No se por qué pero me fascinan las piscinas en invierno, cuando se abandonan y el agua se vuelve verde, cuando miles de hojas caen sobre el agua cubriéndola. El paso del tiempo se refleja en sus aguas.
No sé explicarlo pero me invade una melancolía especial….. Me enamoran.
Cuando en invierno visito a mis padres, la piscina está a punto de desbordar. Las lluvias del norte agotan su capacidad y los temporales dejan huella.
Verde……. Una resbaladiza capa verde lo cubre todo. Un lago en medio del bosque.
Me parecen de lo más románticas.
Creo que me gustan más en su momento más salvaje que en temporada estival.
Alguno de vosotros las ha mirado alguna vez con estos ojos?