Prácticamente cada día paso delante del escaparate de Gratacós. Y cada día me cautiva.
Gratacós no sólo es una tienda en la que se venden tejidos para confeccionar ropa, es una historia en sí misma. Se fundó en 1940, de la mano de Antonio Gratacós y de Josefina Ortiz de la Orden. Una empresa familiar que desde entonces ha crecido hasta conquistar todos los mercados del mundo con sus maravillosas telas.
Es una joya auténtica y en ella se respira estilo y elegancia.
Nunca antes se me había ocurrido entrar… y el día que lo hice, me sentí emocionada y embargada por sus detalles y sutileza. De la mano de Aída y Silvia me paseé entre los rinconcitos de este paraíso.
Gratacós es una tienda de las que ya no quedan muchas, donde el oficio se mima y se desarrolla con pasión. Y como ellos mismos dicen, “es una historia que habla de artesanía, de investigación, de belleza, de creatividad, de crecer en tus ideas”.
Sus tejidos están presentes en todo el mundo. Y pocos son los que visitan Barcelona y se resisten a hacer disfrutar a sus sentidos en Gratacós. Muchas de estas telas están tratadas y elaboradas directamente por ellos mismos, partiendo de la materia prima.
Quizás donde mejor se refleja esta pasión en sus escaparates. Son auténticas obras maestras creadas por dos mentes maravillosas; por un lado, el escaparatista Antonio iglesias, responsable del atrezo, y que combina a la perfección elementos de toda la vida, de toda nuestra vida, y por otro lado, la fabulosa diseñadora Teresa Helbig, que con los tejidos de Gratacós viste a los maniquíes de manera absolutamente elegante y femenina.
Entre los tejidos fui descubriendo otras pequeñas joyas; pamelas, tocados, ositos, joyas… todas ellas con un denominador común, la tela.
Aida y Silvia me explicaron una pequeña parte de las miles de colaboraciones, eventos y talleres que realizan. El ritmo en esta casa está vivo. Imaginación, superación, investigación de nuevos caminos, innovación…
El éxito en esta ecuación está garantizado.
Os sugiero que no os perdáis este placer para los sentidos. No os arrepentireis.