Este verano dividimos nuestras vacaciones entre el Norte, dónde pudimos disfrutar de baños fresquitos en el puerto como ya os expliqué y una semana en la región de la Dordogne francesa. Fue un viaje maravilloso entre pequeños pueblos medievales, castillos, viñedos y ríos preciosos, todo ello acompañado de auténticos manjares.
Pasamos unos días en Sarlat, una pequeña ciudad medieval encantadora, con un ritmo muy animado. Allí tuvimos el placer de disfrutar de una de esas intervenciones arquitectónicas que no te dejan indiferente.
El arquitecto Jean Nouvel , Pritzker de Arquitectura 2008 y del que me declaro fiel seguidora, realizó la transformación de la antigua Iglesia de Santa María en un nuevo mercado cubierto, en el que puedes encontrar los productos más típicos de la región. Se ha dado una nueva vida a este lugar de culto construido en 1365. Existe un gran contraste entre la nueva intervención y el edificio antiguo lo que para mí es un punto clave a la hora de plantearse un ejercicio arquitectónico de estas características.
La clave de la propuesta radica en la utilización de elementos clave como son las puertas de acceso, de una gran dimensión y ejecutados con plancha metálica, pintada en color liso mate oscuro, dando a estos elementos una gran contundencia.
“L’architecture est un mélange de nostalgie et d’anticipation extrême” | Jean Nouvel
Además, situado en el corazón de la torre de la iglesia, se encuentra un ascensor panorámico que te permite disfrutar de una experiencia única, observando las cubiertas de Lauzes, las calles empedradas y las paredes de las casas de un color miel claro de la ciudad medieval de Sarlat.
Os sugiero que, si tenéis la oportunidad, no os privéis de visitar Santa María de Sarlat de degustar los productos de la tierra.
Qué os ha parecido la propuesta de Jean Nouvel?