Aquella semana dejé atrás Cádiz y con mucha muchísima pena, a mis papis que tan bien me cuidaron.
Pero como a todo hay que buscarle la parte positiva, en Barcelona me esperaba “mi hombre”, al que adoro y me cuida también requetebién. Y para colmo, era su cumpleaños!
Un gran aliciente para que la vuelta no fuera tan dura, no creéis?
Felicidades!